El Zócalo fue una fiesta

 La tarde-noche de ayer, la plaza principal de la República Mexicana se vio colmada por un estimado de 215 mil personas, la enorme mayoría de ellas, adolescentes, devotas del cantante canadiense Justin Bieber. Es por ello que se hacen llamad Beliebers, una combinación entre las palabras en inglés Believe (Creer) y Bieber.



Nada importó el intenso calor que se abatió sobre la plancha del Zócalo, ni que la lluvia cayera en dos ocasiones, la legión de fans del intérprete de “Baby”, aguantaron todo por ver a su ídolo.


Desde temprano padres, madres de familia acompañando a sus hijas (e hijos), vistiendo camisetas, gorras, pancartas, mantas, vestidas con camisetas moradas (color favorito del cantante) y diversas leyendas proclamando su amor, se veían yendo y viniendo a ocupar sus lugares en la calurosísima plancha de corazón del Distrito Federal.

En punto de las siete de la tarde, aún con un sol que caía a plomo, subieron al escenario los integrantes de 3BALLMTY para iniciar la fiesta. Acompañados de unos bailarines de dotes equilibristas, los tres jóvenes regiomontanos pusieron a bailar, cantar y brincar a la enorme multitud que ya se ubicaba en el lugar. De pronto cayó la lluvia, apareció el arcoíris, pero la música siguió para la gente que estaba dispuesta a levantar las manos, aplaudir y brincar al ritmo de “Solos tu y yo”, “Baile de Amor”, “Besos al aire” e “Inténtalo”. América Sierra y Smoky contribuyeron al espectáculo con sus voces animando a la gente a seguir el ritmo de la música. El espectáculo de 3BALLMTY duró aproximadamente una hora y sus integrantes dejaron el escenario calientito para la atracción principal de la noche: Justin Bieber.
La noche cayó sobre la ciudad y, a las 21:00 horas, se encendieron las luces del escenarios, emergió humo blanco, se proyectó un video en el que se mostraron imágenes de Justin Bieber, desde sus comienzos, hasta la actualidad que fueron acompañados por una gritería ensordecedora de todas su “Beliebers”, que deseaban ya, verlo y escucharlo.
El grito unánime ¡JUSTIN, JUSTIN! Retumbó en el Zócalo. Los balcones y ventanas de los hoteles circundantes de la plaza estaban colmados de fans y padres de familia, lo mismo que en los edificios oficiales del Gobierno del D.F., e incluso en los de Palacio Nacional. Todo estaba dispuesto para el espectáculo por el que esperaron las seguidoras de Justin, durante horas y horas.
El inicio no pudo ser más prometedor ya que en fundado en una sudadera plateada, camiseta, pantalones y guantes blancos y tenis dorados, Justin Bieber apareció para quedarse observando a la multitud que lo vitoreaba y cantar su más grande éxito “Baby” que fue coreado de principio a fin. A ésta canción le siguieron “As Long As You Love Me” y “U Smile”.
Justin Bieber se dirigía a sus seguidoras constantemente preguntándoles ¿Quién es mi fan más grande? Un rugido de las jóvenes reunidas contestó a la pregunta “Creo que ustedes son las mejores fans del mundo”. Acto seguido, una adolescente delgada, de lentes fue subida al escenario y, como es su costumbre, el canadiense le cantó “One Less Lonely Girl” ante los casi sollozos de la joven. Al final del tema Bieber le regaló un ramo de rosas, le dio un abrazo, un beso y la dejó ir, medio en la catatonia, a su lugar.
“Never Let You Go” siguió la fiesta. Para este momento, Justin había sido acompañado por un grupo de bailarines mientras él iba de un lado a otro del escenario, saludando a sus fans. En un momento dado, el artista canadiense tomó asiento en el centro del escenario para cantar acompañado de un guitarrista. La lluvia regresó y ésta le dio oportunidad a Justin para decir “Creo que está lloviendo, pero no se preocupen todo va a estar bien”, lo que dio pie para que interpretara “Everything is gonna be alright”. Justin se detenía en el coro de la canción para escuchar cantar a la gente y para ori mejor, se quitó uno de los tapones de los oídos y paró a su guitarrista para un mejor efecto.
“Si es cierto que ustedes son la audiencia más grande del mundo, necesito que griten más fuerte”. A lo que los asistentes respondieron con un grito estentóreo. “Die in Your Arms” y “Up”, fueron también coreadas por la gente. “Somebody To Love” fue interpretada con la compañía de sus bailarines y con gran energía coreográfica.
Después de “Eenie Meenie” (que es algo así como de tin marin de do pingüé) Bieber abandonó el escenario para dejar a un DJ que siguió animando al público para ser la pausa que permitió que el cantante canadiense pudiera cambiar de vestuario por uno negro para interpretar “All Around The World”, que es el título de su desplazamiento por varias ciudades del mundo para presentar canciones de su próxima producción Believe. Ya ha visitado Oslo, Londres, París, Madrid y ahora México.

Después de esto, presentó a su paisana, la cantante Carly Rae Jepsen, que interpretó su éxito “Call Me Maybe”, que fue cantada por la mayoría de los presentes, dejando sorprendida a la joven que al final, al agradecer a la gente, se mostró muy emocionada por el recibimiento de las jóvenes mexicanas.

“Never Say Never” continuó el recorrido por el repertorio de Bieber. Al terminar preguntó “¿Quisieran que fuera su novio? La estruendosa respuesta generalizada no se hizo esperar. Esto dio la pauta para que cantara “Boyfriend”, para terminar con un concierto que colmó las expectativas de las Beliebers que se sorprendieron con el final lleno de fuegos artificiales tan coloridos como la presentación que realizó Justin Bieber, convirtiéndose en el artista más joven en reunir la mayor cantidad de público en la plancha de la plaza más importante de la República Mexicana.